1. Santa María la egipcia. La hagiografía de esta maravillosa santa escribió san Sofronio el patriarca de Jerusalén. Algún hiero-monje, el anciano Zosima, se alejó una vez durante el Gran Ayuno Grande al desierto de Jordán veinte días dedespués. De repente él vio éla una ser humana, seca, desnuda, y de pelo blanco como ella nieve, que empezó a huir de la vista de Zosima. El anciano corríacorrió mucho tiempo, hasta que esa ser yazca enllegó a un arroyo y gritaragritó: Abad Zosima, ¡perdóname por el Señor, no puedo enfrentarseenfrentarme a ti, porque estoysoy una mujer desnuda! Entonces Zosima la echóentregó su vestido superior, ella lo puso alrededor de sí y entonces se le mostró. Espantado fue el anciano oyendoEl ancinao se espantó al oir su nombre de la boca de la mujer desconocida mujer. Después apresura larga suya la mujer le contó su vida.